BIOCOMBUSTIBLES/AGROCOMBUSTIBLES: LA POLÉMICA QUE NO CESA
miércoles 16 de abril de 2008
Bruselas 15-04-08
La organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) patrocina desde el lunes 14 de abril de 2008 y hasta el viernes 18 en Brasilia, la trigésima edición de la Conferencia Regional de la FAO para América Latina. En ella, la producción de bioenergía a partir del cultivo de vegetales apropiados está erigiéndose en uno de los temas principales.
Los Biocombustibles o carburantes de origen vegetal (maíz, caña de azúcar, soja, palma aceitera, etc.), están convirtiéndose en uno de los principales argumentos económicos de países con una dificultad tradicional para asegurar sin reservas la ansiada seguridad alimentaría.
La Comisión Europea (CE), estableció en febrero de 2006 la llamada "Estrategia de la Unión Europea para los Biocarburantes". El documento establecía tres metas principales: 1) promover los biocombustibles tanto en la UE como en los países en desarrollo; 2) preparar su uso a gran escala, mejorando su competitividad en cuanto al coste e incrementando la investigación sobre combustibles de segunda generación, y 3) apoyar a aquellos países en desarrollo en los que la producción de biocarburantes podría estimular el crecimiento económico sostenible. La Comisión contempla que para el año 2020, el volumen de agrocombustibles empleado en el sector del transporte (uno de los principales contaminantes) sea del 10%.
En los últimos tiempos han aparecido muchas voces denunciando más de un efecto nocivo que los cultivos destinados a biocombustibles están provocando.
En este contexto, en noviembre pasado, la sede bruselense del Parlamento Europeo acogió una conferencia que bajo el nombre, Los agrocombustibles en América Latina: impactos en los Derechos Humanos, el medio ambiente, y la soberanía alimentaría, introdujo los problemas que en Colombia y Paraguay están surgiendo en torno a la producción de palma aceitera y soja forrajera respectivamente, destinada a las industrias de agrocombustibles.
El caso de Paraguay donde se "vive un constante éxodo del campo a la ciudad, donde los inmigrantes rurales se enfrentan a la miseria y al desempleo" ilustra uno de los efectos que el crecimiento del cultivo de agrocombustibles puede tener en el planeta.
Los conferenciantes, entre los que se encontraban Miembros del Parlamento Europeo, así como representantes de organizaciones campesinas y sociales (Vía Campesina, Coordinadora Campesina Europea, Foodfirst Information & Action Network FIAN, etc.), señalaron los efectos negativos producidos por el cultivo masivo y extensivo de plantas para la producción de agrocombustibles.
El eurodiputado español Vicent GARCÉS, que presidió y moderó el debate, enfatizó que "el primer objetivo de la agricultura, es la alimentación de las personas, y solo subsidiariamente, ha sido y puede seguir siendo, una fuente de energía a través del uso de la biomasa. "En ningún caso -continúa el europarlamentario socialista- los requerimientos de energía vegetal han de entrar en competencia con la producción agraria directamente dirigida a la alimentación de hombres y animales.
Garcés cuestionó el objetivo señalado por la Comisión Europea de alcanzar el 10% de uso de biocombustibles en el sector del transporte para el año 2020, pues según sus palabras "hay grandes dudas sobre la capacidad de reducir las emisiones de C0², la incidencia sobre el cambio climático, y otros impactos sociales y medioambientales.
"El incremento descontrolado de los monocultivos para agrocombustibles -seguía Garcés- puede reducir potencialmente la seguridad y soberanía alimentaría, precisamente de los países con más necesidad. Por ello, habría que considerar la iniciativa que surge de diversos sectores sociales pidiendo una moratoria inmediata para los incentivos y las importaciones de agrocombustibles.”
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1 comentario
creditos -
Ante las críticas, en algunos casos acríticas, a los biocombustibles la Agencia Internacional de la Energía (AIE) los defiende.
Y es que los biocombustibles, son vistos por sus defensores, entre los que está la AIE, como una fórmula para generar la seguridad energética y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
La AIE asegura que el mundo se ha estado beneficiando de los biocombustibles en los últimos tres años. El subjefe de esta organización ha asegurado que "de no haber contado con los biocombustibles no habríamos tenido los combustibles necesarios para abastecer la demanda".
Desde la AIE dicen que es necesario "pensar más" en la producción de combustibles alternativos a partir de cultivos para evitar este enfrentamiento.
Creo acertadas estas afirmaciones, más si tenemos en cuenta los precios a los que están llegando los combustibles fósiles.
Carlos Menéndez
http://www.creditomagazine.es